En mayor o en menor medida, todos somos conscientes de los riesgos y consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. La tasa de alcoholemia ha ido bajando con los años y no se trata de una cuestión al azar, sino que se ha comprobado que el alcohol merma enormemente nuestros reflejos y nuestra capacidad de reacción. Los controles también son cada vez más exhaustivos. El objetivo no es otro que minimizar el número de siniestros. En nuestro bufete de abogados especialistas en accidentes de tráfico sabemos bien que conducir bebido es peligroso. Se ha normalizado la prueba de alcoholemia en los siniestros viales, sin embargo el positivo por alcohol no siempre es real.
La explicación es mucho más sencilla de lo que parece, algunos alimentos, medicamentos o bebidas no alcohólicas pueden hacer que el resultado de la prueba realizada sea un falso positivo. Es posible que si te sucede algo así no sepas cómo reaccionar, pero no te preocupes, en este post te contamos todas las alternativas posibles para subsanar esta situación.
La prohibición de conducir bajos los efectos de sustancias estupefacientes está clara y, aunque a veces nos puede parecer una norma muy estricta con una tasa de alcoholemia muy baja, lo cierto es que esta es la principal causa de mortalidad en nuestras carreteras. Los cuerpos de seguridad de tráfico están llevando a cabo una política de tolerancia cero. Cada vez hay más controles y estos son más exhaustivos. Además, se intensifica su incidencia en fiestas y fechas señaladas. Si nos paran en uno de estos controles estamos obligados a realizar las pruebas que nos pidan, no someternos a la mismas no es una opción.
¿Qué tipo de pruebas pueden hacerme?
La prueba que consiste en soplar para conocer la tasa de alcohol en sangre es la más extendida y conocida, pero hay muchas más. Además de esta, siempre se puede solicitar una prueba de alcohol que se realiza mediante una extracción de sangre en el hospital. Sin embargo, también pueden someternos a pruebas específicas de drogas. En estos casos suelen tomar una muestra de la saliva que les permite ver la presencia de drogas en el organismo.
Todas estas pruebas suelen ser bastante precisas, pero sí existen casos de falsos positivos como resultado de la ingesta de algún alimento, medicamento o bebida concreta.
Falso positivo
Lo más habitual es que se produzca en un test de drogas cuando el paciente está sometido a un tratamiento concreto. Medicamentos como el ibuprofeno, la penicilina o analgésicos, entre otros, pueden ser la causa de un falso positivo. Incluso los inhaladores para el asma pueden jugar una mala pasada al conductor.
En el caso de la prueba de alcoholemia, algunos alimentos o bebidas pueden alterar los resultados. Los colutorios bucodentales, por ejemplo, pueden elevar la tasa en el aparato de medición.
Cuando se produce un accidente, la ingesta de alcohol o drogas puede resultar fatal para los conductores. Incluso aquel que no ha sido responsable de la colisión se volverá culpable con un positivo en las pruebas. Un resultado alterado puede ser un gran problema para alguno de los implicados, sobre todo a la hora de calcular una indemnización por accidente.
Este tipo de pruebas son obligatorias para todos los conductores, pero si por alguna causa no puedes someterte a ellas puedes solicitar que te trasladen a un centro sanitario donde se procederá a una extracción de sangre. Antes de comenzar con el test, deberán explicarte concienzudamente en qué consiste y cuáles son tus derechos. Si no estás de acuerdo con el resultado obtenido, siempre puedes pedir que te la repitan.
Desde Indemnización por Accidente te contamos que, habitualmente, la segunda prueba suele consistir en una análisis de sangre o de orina. Aunque también es posible que los agentes esperen diez minutos para repetir la prueba realizada previamente, con un nuevo etilómetro. Cuando la segunda prueba resulta negativa, la anterior pasa a considerarse un falso positivo. Sin embargo, si vuelve a dar positivo será el conductor quien deba hacerse cargo de los gastos relativos a las pruebas. Es muy importante avisar a los agentes de que estamos tomando algún tipo de medicación antes de la ejecución de la segunda prueba.
En el mismo sentido, se puede enmarcar la problemática que suscita el resultado positivo de un «drogotest» cuando el conductor niega rotundamente no haber consumido en las horas inmediatamente anteriores a la prueba. Esta controversia ha llegado ya a las altas instancias y desde Indemnización por Accidente debemos remarcar la necesidad de regular estas pruebas en base a dos criterios de vital importancia; conducir bajo la influencia de la sustancia o conducir con presencia de drogas en el organismo.