Por siniestros de baja intensidad entendemos todos aquellos pequeños golpes, que suelen producirse por alcance y que pueden dar lugar a lesiones de poca gravedad. La cervicalgia o latigazo cervical es el problema más frecuente en este tipo de siniestros. Si has sido víctima de una colisión así, es posible que estés buscando un abogado de accidentes en Madrid, porque son muchas las compañías de seguros que intentan evadir el pago de indemnizaciones por este tipo de lesiones.
El problema reside en que estos impactos se producen con frecuencia y las lesiones, aunque molestas, no incapacitan de forma permanente. Además, con el baremo de accidentes de tráfico vigente son varias las firmas de seguros que buscan la forma de no tener que pagar por este tipo de siniestros. Para evadir esta responsabilidad, las entidades aseguradoras argumentan que el vehículo prácticamente no ha sufrido daños, así que consideran poco probable que dichos daños hayan alcanzado al conductor o a los pasajeros de dicho coche.
Tipos de lesiones que se producen en los accidentes con baja intensidad
Los médicos señalan que para que se produzca un latigazo cervical, el cuello de la víctima debe moverse de forma brusca y rápida hacia delante y hacia atrás, así como se movería un látigo al agitarlo. De ahí el popular nombre de esta dolencia. Algo que las compañías de seguros considera poco probable en un siniestro de baja intensidad, como el que se produce cuando un coche impacta contra otro en un stop o un ceda al paso en un despiste. El vehículo que absorbe el impacto estaba detenido o circulaba a baja velocidad, motivo por el que los daños materiales suelen ser menos cuantiosos.
Es cierto que la cervicalgia es una lesión que se produce con mayor frecuencia en los siniestros por alcance, en los que se produce un ligero desplazamiento del vehículo donde circulan las víctimas. Las aseguradoras se agarran a esta afirmación para considerar poco probable que en un accidente de baja intensidad pueda producirse un caso de latigazo cervical.
La actuación de las aseguradoras ante accidentes de tráfico de baja intensidad
Aquí las aseguradoras han encontrado un filón para argumentar su negativa a pagar indemnizaciones en concepto de lesiones. Consideran que cuento menor es el desplazamiento del vehículo, menos riesgo existe de sufrir lesiones. Pero, además, añaden que cuanto menor es el desplazamiento del vehículo menos daños materiales tendrá el coche. Sin embargo, este razonamiento no se corresponde con la realidad.
Actualmente, la fabricación de vehículos ha avanzado mucho y están pensados para absorber los pequeños impactos. Tal es así, que es probable que se produzca un impacto y la carrocería ceda para acabar recuperando su posición inicial. Son muchos los casos de colisión trasera en los que en el vehículo no se apreciaban a simple vista los daños y, sin embargo, se había producido modificaciones en el chasis. Siendo esto posible, no cabe duda de que los pasajeros de dicho vehículo han podido sufrir lesiones en la zona cervical.
Como abogados especialistas en accidentes de tráfico en Madrid sabemos bien que, cada vez más, las aseguradoras acuden al juzgado acompañados de peritos biomecánicos para desarrollar su teoría de que en un vehículo sin daños es altamente improbable que los pasajeros hayan sufrido ningún tipo de lesión. Teniendo en cuenta este argumento los juristas hemos tenido que investigar para poder demostrar que es posible que se produzca un latigazo cervical por múltiples factores, sin ser la fuerza del impacto la más importante.
Desde Indemnización por Accidente queremos destacar que, aunque exista cierto vacío legal en cuanto a las lesiones en los accidentes de baja intensidad, siempre podemos interponer una demanda a la compañía de seguros. Como ya hemos comentado, lo más habitual es que en el juzgado se presente un perito biomecánico con fotos del siniestro. Sin embargo, las imágenes por sí solas no son capaces de demostrar nada.
Si contamos con informes médicos que diagnostiquen la lesión, la cuestión estará clara. Ya que este informe sí que constituye una prueba concluyente. Así que si recibes una respuesta negativa por parte de tu aseguradora, no desesperes. Siempre puedes explorar otras vías que reconozcan tus derechos y te permitan conseguir la indemnización que mereces por las secuelas del accidente que has sufrido.
He tenido un accidente de tráfico y la seguradoea no quiere responder por los daños causados
Hola Paola
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