Con la primavera llega el buen tiempo y la época de floración. Dos ingredientes que dan lugar a otro menos agradable: el polen. Y, con él, llegan las alergias primaverales. Nos encanta esta época del año en la que podemos disfrutar de los primeros rayos de sol y la subida de las temperaturas tras el largo invierno y, además, es el preludio al ansiado verano. Sin embargo, las alergias afectan a un tercio de la población y como abogados especialistas en accidentes de tráfico sabemos bien que son un peligro al volante.
Seguro que te ha pasado alguna vez, vas conduciendo y de pronto un estornudo. Puede parecer que no pasa nada, pero lo cierto es que has perdido la consciencia durante unos breves segundos. Todo un mundo cuando estás conduciendo. Además, existen otros síntomas de las alergias, como pueden ser: el lagrimeo, el picor de ojos o el cansancio. Todos ellos pueden confundirse fácilmente con un catarro o una gripe. Pero, en este caso, afecta mucho más a los ojos.
El polen en primavera es una de las principales causas de la alergia. Si te encuentras fatal los días soleados o con viento y mejoras cuando llueve, es posible que tengas este problema. La mejor forma de comprobarlo será acudir al médico para que te realice las pruebas pertinentes. Como ya hemos visto, conducir en este estado puede incrementar, y mucho, el riesgo de sufrir un accidente vial. Para evitar problemas puedes seguir los siguientes consejos:
Aire acondicionado
Antes de accionar el aire acondicionado, te recomendamos verificar si tu coche tiene filtro antipolen. Ante la ausencia de este, será mejor no utilizar el aire acondicionado en primavera. Al accionar el botón, el aire penetra al interior y no se filtra, por lo que la concentración de polen se aglutina dentro del coche y puede provocar ataques de alergia en el momento más inoportuno.
Gafas de sol
Como ya hemos comentado, el polen afecta sobre todo a la zona de los ojos. Motivo por el que es recomendable utilizar gafas de sol. Este complemento reduce el impacto del viento, cargado de polen, en los ojos reduciendo así el escozor y el picor en esta zona corporal.
Ventanillas
La mayor concentración de polen se encuentra en el aire, por lo que a la hora de conducir es preferible hacerlo con las ventanillas subidas. Sólo de este modo, evitaremos la entrada de partículas alérgicas. Preservando el interior de nuestro coche como un entorno limpio y saludable.
Limpieza
Inevitablemente, al entrar o salir del vehículo, conducir con las ventanillas bajadas o accionar el aire acondicionado es bastante probable que el polen encuentre el modo de penetrar dentro del vehículo. Por ello, la limpieza será una cuestión fundamental para eliminar los agentes alérgicos y evitar los ataques al volante. Es importante tratar de mantener el coche lo más limpio posible.
Horas sensibles
Está comprobado que los índices de polen se concentran en mayor medida a primera hora de la mañana. Además, las zonas húmedas también representan un problema para los conductores con alergia.
Medicamentos
Los medicamentos contra la alergia también son un problema. La mayoría de estos antihistamínicos producen cansancio o somnolencia. Así que, antes de ponerte en marcha, lee atentamente el prospecto. Si tu medicamento te da sueño debes extremar las precauciones a la hora de conducir.
El principal problema de tener alergia a la hora de conducir es que resulta casi imposible poder estornudar con los ojos abiertos. Al estornudar se produce un acto reflejo del cuerpo que hace que cerremos los ojos. Sea como sea, al ocurrir esto al volante perdemos la carretera de vista lo que constituye un peligro real de sufrir un accidente. No sólo por el estornudo en sí, también porque después del mismo tardamos unos segundos en recuperar la compostura del todo.
En Indemnización por Accidente sabemos que, generalmente, no se le da mucha importancia a las alergias y el riesgo que suponen. Pero, lo cierto es que a una velocidad de 100 kilómetros por hora en un solo segundo el vehículo se desplaza hasta 28 metros. Así que un estornudo puede privarnos de la capacidad de reacción durante una distancia considerable. Algo muy a tener en cuenta a la hora de conducir y mantener la seguridad al volante.